×

Mensaje

Directiva Europea sobre Privacidad

Unión Profesional emplea -cookies- para gestionar la autentificación, navegación y otras funciones. Para usar nuestro sitio web, Vd. debe aceptar que nosotros instalemos este tipo de -cookies- en su equipo

Ver los documentos sobre política de privacidad

Vd. ha rechazado el uso de -cookies-. Esta decisión puede revisarla.

Ratio: 5 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activado
 

Siempre están al acecho los medios para sacar punta a RTVE. En esta ocasión ha sido la gestión ineficiente de Echenique y su dimisión la que ha echado gasolina al fuego.

Enseguida las hienas se avalanzan sobre los cadáveres y RTVE, aunque pueda parecer moribunda, aún tiene fuerza para hundir a las privadas. Esto es una evidencia porque el temor se manifiesta en cuanto que sus aliados conversos, El Mundo, El País y otra prensa digital de "medio pelo" se dedican estos últimos días a explicar la situación de la Corporación sin haber realizado una mínima prospección de mercado.

Ni RTVE va a morir financieramente, ni va a desaparecer de nuestros televisores. El Estado podrá tomar decisiones dolorosas, puede ser, pero cerrar la cadena pública no se le pasa a nadie por la cabeza, ni al PP, ni al PSOE, aunque ambos "bipartidos" son especialistas en no disponer de un modelo audiovisual, algo que los países de habla anglosajona ya han resuelto de una manera o de otra.

Se dice y se habla sobre la cantidad de empleados que hay en RTVE y se falsean los datos por falta de rigor, de dignidad o por interés "te falseo andrés". La tabla que se visualiza indica los destinos y áreas, éstas se han segmentado en bloques atendiendo a su distribución originaria y pertenencia, antes de ser Corporación, a las antiguas tres sociedades. Esto lo hacemos así para indicar que las personas que pueden englobarse en el anterior Ente RTVE, serían aquellas que cumplen funciones de administración y gestión general en la empresa.

DistribucionPlantillaRTVE

Se dice que los casi 6400 empleados superan el número de empleados de las dos empresas privadas, Telecinco y Antena 3 y que el coste salarial es disparatado. Pongamos en razón a las huestes que nos lancean.

Si Telecinco dice tener 1.360 empleados y AtresMedia 1.700 y sus costes salariales son los que se publican en diferentes medios obtendríamos la siguiente tabla:

Nota. En el caso de Antena 3 se han incluido los empleados de Onda Cero.

Obviamente el coste salarial global de RTVE es muy superior, 370 millones de Euros, no vamos a quitarle hierro, pero todo depende del cristal con el que se mire porque el coste por empleado en RTVE es inferior en 22.000 euros respecto de T5 y en 19.000 respecto de A3, de lo que se deduce que los empleados de la Corporación RTVE somos entre un 25% y un 27% mas baratos, una cifra muy importante. Los profesionales de RTVE somos muy competitivos en salarios y además mejor cualificados, por experiencia y capacidad. No hemos hablado en ningún momento de contenidos y de estos podríamos también hablar.

Si el salario es infinitamente menor, lo que no es menor es el coste global y si atendemos a la tabla de distribución por áreas y destinos tampoco resulta descabellado pensar que no somos caros si se homologaran los mismos servicios y distribución territorial para las cadenas privadas. No olvidemos que las televisiones privadas no disponen de:

Además Telecinco y Antena 3 enmascaran sus empleados, esto es, tienen menos empleados porque han externalizado la producción hasta límites insospechados y muchos de los antiguos profesionales prestan sus servicios desde empresas satélite que pertenecen al mismo conglomerado empresarial de ahí que sus plantillas puedan parecer reducidas y no lo son.

Si estableceriamos una comparación y pudieramos homologar empresas diferentes veríamos que no es descabellada ni la plantilla y por supuesto, el coste salarial, porque estaríamos hablando de menos de 3000 empleados para atender las necesidades de los dos centros principales Prado y Torrespaña, no queremos dejar fuera Barcelona, pero Antena 3 no tiene el dispositivo que tiene RTVE y la comparación requiere que pongamos sobre la mesa dos empresas similares para ser coherentes.

Si hablaramos de 3000 empleados para hacer La 1, La 2, Canal Internacional, Canal 24 Horas, Clan TV y se produjera en su totalidad su emisión, con los empleados y recursos propios tendríamos una cifra si no similar, si inferior a la de las televisiones privadas.

Este ejercicio de análisis no lo hacen ni Casimiro Garcia-Abadillo, ni hispanidad.com, ni vozpopuli.com, ni El Confidencial, etcétera, no pueden hacerlo, el día a día periodístico les obliga a ser superficiales y rellenar sus columnas con pseudo-análisis a sabiendas que nadie lee y el que lo hace, lee poco, no mas de 140 caracteres de Twitter.

Aquí el problema, que no negamos, es el de un modelo de contenidos, porque un modelo de financiación se puede obtener siempre que los contenidos sean de calidad e interesen a los españoles. Nunca ha existido un modelo de televisión pública porque no se han definido los programas que son necesarios, los contenidos que se necesitan y los que pueden ser demandados por la sociedad española.

El dinero se obtiene y puede respaldarse si se atienden las necesidades de las personas. ¿Dónde están los contenidos que hablen de economía?, ¿Dónde los contenidos para universitarios?, ¿Dónde los contenidos no estereotipados?. ¿Dónde los programas de debate y las entrevistas en profundidad?, ¿Dónde están los programas que se han hecho siempre que eran un referente de calidad?. La respuesta es siempre la misma, no hay dinero porque lo cobran los empleados y la verdadera naturaleza del problema reside en que no hay dinero porque se lo gastan sus directivos, los mismos que son elegidos a dedo o binariamente o digitalmente, como se prefiera, tanto por el PSOE o por el PP, atendiendo a sus cuotas y a su estrategia de cooptación y nepotismo.

En las privadas la corrupción existe pero como son privadas se permite, en la pública se tapan los desmanes, se esconde la transparencia y se hunde la empresa. ¿En que cabeza cabe que se compren derechos de fútbol por 35 millones? o ¿que se paguen millonadas por programas de dudoso gusto?. Es fácil hacer leña del árbol caído, pero hay un bosque de árboles caídos y todos los directivos que han pasado en los últimos años han sido nefastos para la televisión pública al tiempo que han servido a los intereses de sus partidos. Ahí están todos, vivos y coleando, sacando tajada del mercado gracias a sus sistemas clientelares.

Ni el coste salarial, ni los empleados tenemos culpa alguna, al revés somo rehenes de una dirección política que solo atiende a sus necesidades de manipulación de la opinión pública al tiempo que buscan sacar réditos en las urnas, somos víctimas de verdugos políticos. Ahora solo nos queda esperar que unos descerebrados retomen el hacha de guerra y decidan decapitar el capital humano para así presentarse ante su electorado como los adalides del ahorro y del cortar por lo sano lo insano de sus decisiones.