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La prensa, la cual conocemos muy bien, al igual que la oposición, sea de cualquier signo político, esto es + ó -, tiende a magnificar los problemas obteniendo ventajas de situaciones inexistentes o bien creando un gran problema del conjunto de unos menores. Poca ciencia y mucha opinión con el objetivo de arrastrar lectores a sus columnas y confundir así a los receptores a partir de sesgar aquello sobre lo que se informa.

Los sindicatos tienden a comportarse de forma similar a la prensa, en el caso que nos ocupa, la radiotelevisión pública, por lo que se busca su destrucción por dos vías, desde dentro y desde fuera. Nadie acierta a hundirla del todo y, por lo menos, se intenta sumergirla para que no respire, valga la metáfora que indicamos, se puede ahogar a base de aguadillas.

Existe una responsabilidad colectiva que trasciende la propia organización. Internamente se dispone de un sistema corrupto de cooptación y nepotismo amparado por unos sindicatos que buscan mantener sus privilegios al tienpo que reparten prebendas para sus afilliados, como podrían ser, puestos de dirección, pluses, traslados, ventajas diversas, liberados, horas sindicales, contratos para familiares, retribuciones blindadas, etcétera, no vamos a descubrir nada nuevo y generalizar puede añadir ambigüedad al análisis. En cualquier caso, los sistemas y organizaciones sindicales son una parte importante del problema de gestión en nuestra empresa y, obviamente, de muchas otras. Forman parte del "organigrama" directivo puesto que coartan la libertad empresarial al tiempo que su intervención provoca situaciones indeseadas. No podemos caer en el reducionismo maniqueista de si son buenos o malos, son lo que son, organizaciones que tienen sus propios intereses y estos no coinciden con los intereses de la mayoría, de ahí la desafección sindical.

Los trabajadores son rehenes de un estado de opinión que se ha creado a partir de las estrategias sindicales y al tiempo son víctimas de una empresa que busca doblegar su voluntad a partir de tener a los sindicatos dentro de su propia estructura de dirección.

De forma interna también, la empresa, no olvidemos que está dirigida políticamente, no busca optimizar su producción, tan solo sirve como coartada para repartir el poder entre sus allegados, igual que los sindicatos, al tiempo que mantiene un status-quo para simular un funcionamiento lo mas silencioso posible que no hiera la sensibilidad de los contribuyentes.

Sin embargo, externamente, dada la visibilidad social de nuestra empresa, mantener una situación donde la opinión pública sea favorable a la actividad de RTVE resulta harto complicado puesto que, al no existir transparencia en la gestión, se facilita una dirección caótica que conduce al fracaso de la propia organización, en nuestro caso, caída de la audiencia, caos económico, dirección sin objetivos, profesionales desmotivados, ausencia de planes de largo plazo y un sin fin de problemas estructurales que se han venido manifestando con mas o menos intensidad desde que la televión pública se empezó a destruir, paradójicamente la democracia que debería haberla elevado a los altares, ha sido la precursora de su hundimiento, puesto que la democracia ha servido para su reparto económico a las élites políticas y a los grupos de presión.

Y aquí podemos llevarnos una sorpresa conocida, RTVE no tiene crédito social, tan desprestigiada por su gestión, resulta prácticamente indefendible su existencia en la actual sociedad que la sustenta.

En fin, la situación es la que es, pero también debemos ser conscientes de que venimos de un pasado cada vez menos glorioso gracias a una, cada vez, peor gestión de los recursos, aquí es donde las teorías pueden poner un poco de orden y en este artículo servir de conclusión.

La teoría de las catástrofes se emplea para analizar, en muchos casos, la dirección estratégica, representando la propensión de las organizaciones estructuralmente estables a manifestar:

La teoría de las catástrofes tiene una especial aplicación, entre otras, en los modelos de cambio organizativo.

Quizás UP es parte del problema, no podemos sustraernos a la crítica, es un sindicato, nuestra ventaja consiste en no tener afiliados a los cuales satisfacer en sus intereses, por lo cual nuestros objetivos solo consisten en realizar un análisis estructural del estado de nuestra empresa, desapasionado, independiente y eficaz.