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Cuando una empresa no tiene ánimo de lucro es difícil tener beneficios, por no decir que es imposible en el caso CRTVE. Los ingresos, cuando estos se producen, al parecer, se computan como tales pero en este caso van a una cuenta de la SEPI y se detraen del presupuesto de la CRTVE del año siguiente de manera que el llamado beneficio empresarial se diluye y además deja de ser un objetivo empresarial por si mismo. Esta situación que parece sacada de un libro de disparates presenta el dilema de no desear ingresos que minoren el presupuesto pero por otra parte se quiere tener ingresos para no solicitar un mayor presupuesto y así generar un ahorro, en conclusión se tiene que ahorrar por ahorrar y no ingresar por ingresar. Nosotros no lo entendemos, no se si alguien lo puede entender y doctos tiene la iglesia económica.

Este galimatias puede explicar en gran medida el entuerto económico de la empresa y servir de ejemplo sobre el limbo presupuestario y finaciero de la Corporación.

Otra cosa son los gastos que se producen por inversiones en la parrilla, sobre si dichos gastos son adecuados o no y si estos obtienen los objetivos deseados sería tema de conversación aparte. Equivocarse es de sabios y en CRTVE hay muchos científicos.

Fuente: El Confidencial

Fuente: La Gaceta

Fuente: El Plural

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